Alexis Peaspan es una historia de fortaleza tremenda, de sacrificio y de una lucha que se ha convertido en ejemplo para todos los que lo conocen. Hace más de tres años recibió una de las noticias más duras que alguien puede escuchar: un diagnóstico oncológico. Desde entonces, ha enfrentado cada tratamiento, cada examen y cada día con una sonrisa y una fe inquebrantable, ha enfrentado el cáncer con una valentía que desarma: cada tratamiento, cada consulta, cada noche de incertidumbre la atravesó con una sonrisa cansada pero llena de coraje, con una fe que jamás se doblegó y con la mirada puesta en regresar a su vida y a su familia.

La travesía de Alexis ha sido de escalones abruptos. En un episodio crítico, un nuevo diagnostico llegó, tuvo que someterse a una nefrectomía —una cirugía dura y compleja en la que le fue extraído uno de sus riñones producto de un tumor—. Fue una prueba que puso a prueba su cuerpo y su espíritu, y aun así Alexis se levantó. Entre lágrimas y esperanzas, regresó a casa con el mismo corazón inquebrantable. Esa operación no borró su deseo de vivir; lo hizo más fuerte, más decidido a pelear cada día.

Después de más de tres años de lucha contra el cáncer, y proceso que aún continua, Alexis enfrenta una nueva batalla.

Hoy, la vida nos desafía una vez más: los médicos han detectado un tumor cerebral que necesita intervención urgente. La naturaleza delicada de esta cirugía, la tecnología requerida y los cuidados posteriores implican un costo que supera las fuerzas económicas de su familia.

Levantamos esta campaña porque creemos que con la ayuda de Dios y esta hermosa comunidad podemos ser de gran aporte a salvar una vida que nos necesita.

Tu aporte es una semilla que puede florecer en salud y en nuevas oportunidades para Alexis.

Sabemos que hay quienes no pueden donar, e igualmente los necesitamos: comparte esta historia, corre la voz, ora si así lo sientes, envía un mensaje de aliento. Todo suma, todo empuja hacia adelante. Cada palabra, cada gesto, cada repost tiene el poder de multiplicar el apoyo y acercarnos a la meta.

Si decides ayudar, gracias. Si decides compartir, gracias. Si decides acompañar con tus oraciones o pensamientos, gracias. Porque la fuerza contagia, y hoy la fuerza de muchos puede convertirse en la diferencia decisiva en la vida de uno. No pedimos más que una oportunidad para seguir adelante. Con tu ayuda, Alexis podrá continuar esta lucha con esperanza y dignidad.

Gracias por creer, por compartir y por acompañarnos en esta lucha por la vida. Unidos, podemos darle a Alexis la oportunidad que merece.

Que Dios los bendiga enormemente.